17/01/2017 Cuando se refiere a nuestra salud bucal, ¿cuántas veces una amiga o nuestro propio dentista nos han recomendado usar un cepillo de dientes eléctrico? Ante esa recomendación es lícito preguntarse: ¿será bueno para mis dientes y encía? ¿Sabré usarlo?
Llegados a este punto, aclaremos algunas cosas.
1 - ¡Es más eficaz!
El cepillo de dientes eléctrico ayuda a eliminar hasta el 100% más placa, en comparación con un cepillo de dientes manual. ¿Y acaso no es la placa uno de los enemigos más potentes de nuestra salud?
2 - Es más delicado.
Gracias a un mecanismo que controla la presión sobre dientes y encías, siempre mantiene una fuerza calibrada. Un gran alivio para nuestras encías que tienden a irritarse con facilidad.
3 - Actúa el tiempo necesario, ¡2 minutos en total!
Los cepillos de dientes eléctricos están dotados con un temporizador que calcula el tiempo necesario de cepillado en cada una de las zonas de la boca. ¿Qué buena idea, no?
4 - Es más fácil de lo que imaginabas.
Basta con apretar el botón de encendido, acerca los filamentos a los dientes y…él solito se encarga de todos lo de más. Además con la edad perdemos energía y precisión…
5 - La higiene oral es mejor y personalizada.
Puesto que no todas las bocas son iguales, con cepillo de dientes eléctrico puedes elegir el cabezal que más se adecúe a tus necesidades.
Por último, pero no menos importante, ponlo a prueba y verás que esta vez dejar el antiguo camino y tomar el nuevo te gustará.
¿Apostamos?